A las 2:15 pm del día de hoy, había un sentimiento bonito acompañado de una canción que generaba nostalgia, así como todos mis escritos han sido influenciados por una chispa de creatividad que se enciende, empieza este... Yo no escribo historias nuevas, yo cuento las que ya estaban presentes en el aire y que las telarañas de mi imaginación pueden captar, entonces aquí va:
Ella estaba ahí, sentada, en una esquina,
viendo pasar la vida y simplemente dejando que pase,
con una mirada triste y una sonrisa forzada,
dejando que pase.
viendo pasar la vida y simplemente dejando que pase,
con una mirada triste y una sonrisa forzada,
dejando que pase.
La lluvia golpeaba con fuerza al mundo,
Los cristales formaban reflejos confusos,
Como cristales rotos que ella no podía descifrar,
Como esa vida, que estaba dejando pasar.
Quería sentir el calor de adentro,
de ese que tanto había escuchado,
para poder entender de qué se trataba,
y qué era eso tan fantástico y real de lo que hablaban.
Las otras la miraban con desdén,
bailando en miles de formas, elegante y majestuosamente,
con expresión coqueta y algunas burlona,
En su perfección de vivir y en su hambre de existir.
Ella en cambio, solo podía mirar hacia la ventana,
la vida le había dado muchos golpes,
ya no soportaba más, pero el vallet seguía,
Los cristales formaban reflejos confusos,
Como cristales rotos que ella no podía descifrar,
Como esa vida, que estaba dejando pasar.
Quería sentir el calor de adentro,
de ese que tanto había escuchado,
para poder entender de qué se trataba,
y qué era eso tan fantástico y real de lo que hablaban.
Las otras la miraban con desdén,
bailando en miles de formas, elegante y majestuosamente,
con expresión coqueta y algunas burlona,
En su perfección de vivir y en su hambre de existir.
Ella en cambio, solo podía mirar hacia la ventana,
la vida le había dado muchos golpes,
ya no soportaba más, pero el vallet seguía,
Y así lo hacía la vida...
Ella quería sentir,
quería bailar al misterioso ritmo de lo inexistente,
La música sublime del amor,
la maravillosa danza de vivir.
Yace ella en una esquina, mirando la triste ventana,
empapada en tristes gotas de lluvia
en reflejos de melancolía
y sueños rotos como la ilusión del vidrio.
quería bailar al misterioso ritmo de lo inexistente,
La música sublime del amor,
la maravillosa danza de vivir.
Yace ella en una esquina, mirando la triste ventana,
empapada en tristes gotas de lluvia
en reflejos de melancolía
y sueños rotos como la ilusión del vidrio.
Su cabeza nublada por la fragilidad de la nostalgia,
su voz callada por los susurros del no poder
su risa atrapada en la cárcel del desamor.
su voz callada por los susurros del no poder
su risa atrapada en la cárcel del desamor.
Recordó aquellos momentos,
esos momentos que hacían que la vida no pase,
que hacían que la vida se congele en fotografías,
en vida plasmada en cuadros...
esos momentos que hacían que la vida no pase,
que hacían que la vida se congele en fotografías,
en vida plasmada en cuadros...
Pudo ver por fin al sol,
ese que se había escondido por tanto tiempo,
ese que en su ironía oscurecía profundamente su corazón,
y recordó... Lo recordó todo.
La bailarina de la vida, la porcelana de la esquina,
en su afán de encontrarse nuevamente con su sol,
mecía sus brazos fuertemente para ser vista,
para que la noche se transforme nuevamente en día
y su sonrisa pinte nuevamente un rostro auténtico.
Tal fue su error de buscar algo inalcanzable,
que cayó de lo alto del diván,
nuevamente la vida la había golpeado
y esta vez se encontraba rota en pedazos.
Pequeña e ingenua porcelana,
buscaste lo que perdiste,
nuevamente tu tranquilidad perdiste,
pero ahora tu sonrisa no es hipócrita...
Recordaste por lo que un día viviste,
supiste nuevamente de la pureza de lo que algún día sentiste,
y ahora yaces ahí, destrozada y feliz,
con su nombre en tu cabeza y recordando su mirada...
ese que se había escondido por tanto tiempo,
ese que en su ironía oscurecía profundamente su corazón,
y recordó... Lo recordó todo.
La bailarina de la vida, la porcelana de la esquina,
en su afán de encontrarse nuevamente con su sol,
mecía sus brazos fuertemente para ser vista,
para que la noche se transforme nuevamente en día
y su sonrisa pinte nuevamente un rostro auténtico.
Tal fue su error de buscar algo inalcanzable,
que cayó de lo alto del diván,
nuevamente la vida la había golpeado
y esta vez se encontraba rota en pedazos.
Pequeña e ingenua porcelana,
buscaste lo que perdiste,
nuevamente tu tranquilidad perdiste,
pero ahora tu sonrisa no es hipócrita...
Recordaste por lo que un día viviste,
supiste nuevamente de la pureza de lo que algún día sentiste,
y ahora yaces ahí, destrozada y feliz,
con su nombre en tu cabeza y recordando su mirada...
Una historia con miles de interpretaciones las cuales me encantaría escuchar, saber que fibra nerviosa imaginaria tocó esta vez, si la de amor, del desamor, de la nostalgia, en fin, lo que sea...
Haz lo que hice yo al terminar de escribirla, léela, luego cierra los ojos por un momento y vuélvela a leer, espero les haya gustado y no olviden dejar sus comentarios... También espero haberles jodido un poco más su mundo.
Saludos de su servidor Lucas Bravo P.
Haz lo que hice yo al terminar de escribirla, léela, luego cierra los ojos por un momento y vuélvela a leer, espero les haya gustado y no olviden dejar sus comentarios... También espero haberles jodido un poco más su mundo.
Saludos de su servidor Lucas Bravo P.
La perspectiva del mundo cambia con la voz del poeta. Muy bueno, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarAtt: Eduardo
un escrito puede llevarte a un mundo diferente, pero tus escritos pueden trasladarme a mundos nunca antes imaginados.
ResponderEliminarFelicitaciones! :D
Wow. Loved it beautiful
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